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OBJETIVO CUMPLIDO: A SEGUNDA NACIONAL

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Los jugadores amarillos celebran merecidamente el ascenso conseguido

El Urola Lazti pone el colofón a una temporada memorable con el ascenso a Segunda Nacional tras un gran encuentro ante el Erandio

Las vidas de muchos aficionados al balonmano, tanto locales como venidos de otros destinos, confluyeron ayer en el Ispilla para presenciar uno de esos encuentros que hacen historia y son eternamente recordados. El Urola Lazti disputaba el último encuentro de la temporada con opciones de conseguir el ascenso a Segunda Nacional, para lo que debía vencer al Erandio, que llegó a Zumárraga en segunda posición, ocupando plaza de ascenso.

La numerosa publicidad hecha durante la semana en distintos medios cumplió con su cometido y el Ispilla presentó un aspecto inmejorable, lo que sin duda contribuyó a que nuestros chicos hiciesen un gran trabajo en la cancha y se llevasen el gato al agua.

Muchos hubiesen firmado antes del partido un comienzo como el que tuvieron los amarillos, que ya desde el inicio se mostraron muy superiores a sus rivales vizcaínos en todas las facetas del juego. Los locales dominaron en todo momento a un Erandio que no terminaba de sentirse cómodo con su juego, lo que propició que el Urola enseguida se distanciase en el marcador y abriera brechas de 4 y 5 goles que permitían a los nuestros jugar con más tranquilidad.

Lo cierto es que los locales se sintieron muy cómodos en la cancha en todo momento, mostrándose muy acertados de cara a portería y haciendo las delicias del graderío, que disfrutó “de lo lindo” en la jornada de ayer. Así, se llegó al descanso con el esperanzador marcador de 13-9.

La segunda mitad transcurrió por los mismos derroteros y los amarillos continuaron haciendo su juego, juego que los vizcaínos no supieron ni pudieron frenar en ningún momento. Cada minuto que pasaba, el sentimiento del ascenso se iba apoderando un poco más de los presentes, tanto en la cancha como en la tribuna, pero había que ser cautos, ya que el balonmano es traicionero y un encuentro de este tipo puede cambiar totalmente de rumbo en un instante.

No fue así. Los jugadores amarillos no se relajaron y continuaron con la misma intensidad con la que comenzaron el encuentro, sin prisa y realizando una gran labor defensiva que sólo el pivote rival logró enturbiar en algunas fases del choque.

Con esta tónica se llegó al final del encuentro, produciéndose entonces un estallido de júbilo y alegría que contrastaba con la tristeza del equipo visitante, que vio como se le escapaba un ascenso que a falta de dos jornadas tenía casi en la mano. El resultado final (31-24) reflejaba el gran encuentro realizado por los nuestros en el día de ayer, en el que no dieron opción al equipo rival en ningún momento, llevando la iniciativa de principio a fin, tanto en defensa como en ataque.

La de ayer fue una gran tarde, de esas que se recuerdan eternamente y son contadas una y otra vez a las generaciones venideras. Muchos de los jóvenes que ayer estaban en la cancha se encontraban en la grada en el anterior ascenso de hace unos años, y muchos de los chavales que ayer se encontraban en las gradas lograrán en el futuro, desde la cancha, éxitos como el conseguido en la jornada de ayer.